El éxito en 2014 de Transilvania, el Imperio Prohibido, producción rusa de acción y aventuras con toques de terror, en su país natal, provocó una secuela que comenzaría a rodarse en el 2015, aunque ha tardado cuatro años en estrenarse. En China también consiguió tener relevancia, por lo que en esta segunda entrega tenemos productores chinos y estrellas internacionales, siendo una de ellas Jackie Chan, que es productor además de actor en ella. El pasado 10 de enero se estrenaba en los cines españoles, continuando promocionándola con la presencia de Jackie y de otra estrella que aparece, el mismísimo Arnold Schwarzenegger, que a su vez también es productor ejecutivo. Una película con miras internacionales repleta de acción, fantasía, humor y una amalgama de géneros con un resultado irregular pero perfecto para una tarde de sábado o domingo relajada y ligera, para desconectar un poco dejándose llevar por una historia que, aunque da tumbos, consigue mantener el tipo sin ser Jackie o Arnie los protagonistas por mucho que sean ganchos comerciales.
El británico Jason Flemyng vuelve a interpretar al cartógrafo Jonathan Green (único miembro del reparto junto a Anna Churina, que repite respecto a la primera entrega), tendrá que viajar a China para trazar los límites rusos y se verá envuelto en una aventura llena de Kung Fu, conspiraciones, dragones y marineros cosacos. La historia, obra del propio director de ambas entregas, Oleg Stepchenko, junto a Alexey Petrukhin y Dmitry Paltsev, traza dos historias paralelas. Por un lado, tenemos el viaje de Green junto a una acompañante china, metiéndose de lleno en las conspiraciones palaciegas, mientras que su mujer, Miss Dudley (Anna Churina) viajará en un barco ruso en busca de su esposo acompañado por un preso ruso con una máscara de acero. Y todo esto por la ambición de una, literalmente, bruja, en busca del Sello del Dragón, que le dará poder sobre un dormido y protector dragón y con quien pretende dominar china y el mundo. Esta dualidad de historias son las que provocan los altibajos del guion, intentando contentar a demasiada gente con estos saltos continuos, dejando al personaje de Flemyng casi como secundario. Anna Yao Xing-Tong, que participó en Amnesia (2015), el remake de Who Am I? (1998) de Jackie Chan y en Chinese Zodiac: La Armadura de Dios (2012), también de Jackie, es quien lleva en parte la voz cantante de cara a la trama principal. No obstante, a pesar de estos altibajos, consigue ser entretenida con algunas action pieces firmadas por He Jun, del equipo de especialistas de Jackie.
Es en el aspecto marcial y de acción donde la película mejora sustancialmente, sobre todo con el propio Jackie como protagonista de estas escenas y con el esperado enfrentamiento con Arnold Schwarzenegger, al margen del uso de dobles, claro está. Un buen uso de cables al puro estilo Jackie, quien luce un aspecto de maestro tradicional de Kung Fu con una larga melena blanca. Su personaje es importante para la trama, a pesar de contar con pocas secuencias, pero más largas de las esperadas. Se nota que es co-producción con China, haciéndonos olvidar que Rusia es el origen de la película y recordando vagamente a las aventuras del Detective Dee con las conspiraciones palaciegas. El mencionado enfrentamiento entre Jackie y Arnold mezcla las técnicas marciales del Torbellino de Hong Kong con la potencia física del austríaco, sabiendo unir ambos estilos de lucha en una de las mejores secuencias de la película, a pesar de notarse un poco que se han añadido de forma comercial, pero de esta forma aprovechan la presencia de ambos, siendo además los protagonistas del epílogo. La unión de todo lo dicho hasta ahora convierten a la película en un buen film de aventuras, donde perdonamos los altibajos para dejarnos llevar por el viaje del protagonista, internándonos en un mundo con toques fantásticos e incluso steampunk (leve, eso sí) con esos soldados que recuerdan vagamente a los Tres Tormentas de la maravillosa Golpe en la Pequeña China (1986) sin olvidar elementos fantásticos heredados de la primera entrega pero que no son importantes hasta el tramo final, exceptuando a ese entrañable y secundario bichejo digital. Respecto a los efectos especiales, son más que correctos, sin saturar, siendo el uso de cables en la acción lo más destacable hasta el desenlace.
Resumiendo, El Misterio del Dragón es una entretenida película de aventuras, con fallos de guion, pero con secuencias más que notables, que usa el gancho comercial de Jackie y Arnold en su póster pero que permite que ambos, personajes bastante secundarios menos Jackie, importante para la trama, se luzcan, ofreciendo buena acción y aventuras perfectas para un fin de semana. No pasará a la historia, pero es un entretenimiento más que correcto. Y no puedo dejar de mencionar a Rutger Hauer y Charles Dance, otras dos estrellas (Hauer tristemente fallecido) que dan cierto empaque a sus escasísimas escenas.