“Esta no es la historia de un héroe, es la historia de una corporación” …Alice tiene una cuenta pendiente en Racoon City. El antivirus definitivo contra el virus T está dentro de la Colmena, en manos de Umbrella… Subimos temerosos, y preguntándonos el por qué, el carril tambaleante de la montaña rusa, hasta que llegamos a la irremediable caída; una inminente vorágine de adrenalina, tensión, miedo y arrepentimiento se entremezclan y adueñan de nuestro interior… ¡1 hora y 40 minutos de acción en estado puro, zombis y monstruos en un ambiente claustrofóbico nos impide levantarnos de la butaca o distraernos de la pantalla!
Asistimos atónicos a una lluvia de golpes de efecto, persecuciones, disparos y una maraña de entresijos donde nada es lo que parece y hay rivales ocultos y no precisamente entre la hiedra. Ten cuidado con los acompañantes que elijes para la misión. Capitaneados por la niña Alice, a medio camino entre simbionte y creación propia, Alice (Jovovich), hará uso de sus dones e intuición para desenmascarar la verdad, no exenta de peligro, como era de esperar.
Una buena interpretación de Milla cargada de dramatismo hacía un contemporáneo Cthulhu. Sam Isaacs habla del Génesis como premisa para su mal gen, justificación que podemos dar por aceptable, aunque manida, en cuanto actual, ya que las grandes corporativas se escudan en lo insondable para llevar a cabo sus reaccionarios movimientos. Resident Evil: Capítulo Final cierra ciclo con este sexto volumen que conserva la esencia de la saga de películas llevándola a la catarsis, además de su incondicional respeto a Capcom games.