Como no podía ser de otra forma, esta entrada se la dedicamos al gran compositor de bandas sonoras Ennio Morricone. Fallecido el pasado día seis de Julio en la madrugada, nos deja uno de los mejores compositores de la historia del cine a los 91 años.
Nacido en 1928, este compositor italiano ha puesto música al cine de todos los tiempos, componiendo más de 400 piezas para películas. Desde muy pequeño comenzó a coquetear con la música y a la edad de diez años, se matriculó en el conservatorio de Santa Cecilia de Roma, comenzando los estudios de trompeta. Continuó sus estudios en otras áreas musicales y finalmente, al terminar los estudios de trompetista, inició su carrera como compositor poniendo especial énfasis en la música vocal y de cámara. Pero fue en 1955, cuando comenzó a arreglar música para películas. Cosa que tuvo que apartar, debido a su obligación de realizar el servicio militar. Y, finalmente, en 1961, compone su primera banda sonora para el cine para la película “Il Federale” de Luciano Salce. Aunque, el estruendoso éxito, llega cuando compone la música para “El Bueno, el Feo y el Malo” en 1966 de Sergio Leone. Con este último, tendría una larga relación, incluso rechazando a directores de la talla de Kubrick o Clint Eastwood, por rodar con su amigo y colega Sergio Leone. En algunas entrevistas, ha destacado que ha sentido mucho no trabajar con esos directores, pero fueron decisiones que en ese momento tenían sentido.
“Lo que prima es la necesidad de la historia que cuenta la película”.
Su trabajo comenzó a ir viento en popa, siendo nominado a numerosos premios, entre ellos a los Oscars. Estos últimos se hicieron un poco más de rogar. Durante la década de los ochenta y la mitad de la década de los noventa, Morricone recibía premios y homenajes en todo momento, pero no era capaz de conseguir la “estatuilla dorada”. Finalmente, en 2007, recibió el premio reconociendo su portentosa carrera. Premio que, según reconoció, ya no necesitaba pero se lo quedaría. Y, en 2015, volvería a ser galardonado con el Oscar con su composición para “Los Odiosos Ocho”, de Quentin Tarantino. Aunque, como hemos dicho, recibió una cantidad enorme de premios antes que ese, entre ellos varios BAFTA, Globos de Oro, Grammy, etc. También lleva a sus espaldas 27 discos de Oro y 7 de Platino. En 2019 el Papa Francisco le entregó la Medalla de Oro pontificia y en 2020, recibió el premio Camille de la Alianza Europea de Autores y Compositores a los logros de su vida. Además, se le concedió en España el Premio Princesa de Asturias de las Artes, que no ha podido recoger en persona.
Cuando hacía música, siempre decía que la historia era la que debía hablar. Él decía que la banda sonora no pertenece al compositor, sino que pertenece al film, “lo que prima es la necesidad de la historia que cuenta la película”.
Algunas de sus bandas sonoras inolvidables son, por ejemplo, Por un puñado de Dólares (1964), El bueno, el feo y el malo (1966), Hasta que llegó su hora (1968), Novecento (1076), Érase una vez en América (1984), Misión (1986), Los Intocables de Eliot Ness (1987), Cinema Paradiso (1988), Los Odiosos Ocho (2015) y un sin fin de títulos más.
Durante estas últimas décadas, haga trabajado a su ritmo para el cine y la televisión. Se dice, que siempre fue una persona de trato difícil, un poco hostil e implacable con prensa. Fue una persona crítica con todos los sectores, incluso con su propio medio. Pero, al fin y al cabo, una persona nacida en el Trastevere romano que surgió regalando al mundo su música. Nos deja uno de los grandes, el cine se queda más desierto sin su presencia.