CRÍTICA – BULLET TRAIN (2022)
87 Eleven Action Desing, ahora 87North, nos ha dado lo mejor de la acción occidental gracias al trabajo de David Leitch y Chad Stahelski, primero como especialistas, coordinadores y coreógrafos de lucha para finalmente presentarnos a John Wick y su manera de plasmar la acción. El dúo ha comenzado carreras también por solitario aunque la acción sea de su empresa, y mientras Stahelski se mantiene en la franquicia protagonizada por Keanu Reeves, con varios títulos para su futuro próximo como el remake de Los Inmortales (1986) o la adaptación del videojuego Ghost of Tsushima, Leitch ha pasado a dirigir auténticos blockbusters de acción, como esta película que os traigo hoy, Bullet Train, adaptación de la novela Maria Bettle de Kotaro Isaka.
Dirigir blockbusters no tiene porqué ser malo. Al contrario, cine comercial donde los directores sepan rodar las escenas de acción es algo que debemos agradecer continuamente con esta escalada de coordinadores y coreógrafos de lucha que van pasando a la dirección ya sea en plataformas, para televisión o cine. El problema es cuando la maquinaria de Hollywood engulle a estos valores para el cine de acción, los vampiriza y sólo nos deja ciertos sellos de identidad. Tenemos el claro ejemplo de John Woo, cuyas películas en la Meca del Cine han mantenido pistolas a dos manos, palomas y ralentizaciones, sin nada más que ofrecer que un bonito espectáculo pirotécnico pero que adolece de la riqueza de personajes y situaciones que su propio cine tenía en Hong Kong, antes de dar el salto y comenzar a caer su carrera.
Es el caso de Bullet Train y de David Leitch. De coordinador de especialistas y co-director de John Wick (2014), ha pasado a dirigir Atómica (2017), Deadpool 2 (2018), Hobbs & Shaw (2019) y esta comedia de acción que transcurre en el famoso tren bala japonés (en realidad un estudio de Los Ángeles, que Japón no han pisado precisamente) Por todo ello, podemos ver que la carrera del director va creciendo en cuanto a auténticos pelotazos comerciales, llevando su estilo de acción a estas superproducciones.
Y aunque he dicho que no es malo, en este caso, esa vampirización le perjudica. A ver, estamos ante una película muy entretenida, con mucho ritmo y con buenas escenas de acción y arriesgadas, aunque no inventa nada nuevo. Viendo los avances a la hora de rodar la acción de los dos cabezas pensantes de la productora, Leitch y Stahelski, me esperaba algo más, pero quizás que esté construida a base de sketchs que se van uniendo en un enorme puzzle, hace perder potencia a las escenas de acción, relegadas a action pieces espectaculares y muy bonitas, pero sumamente cortas.
Que sea una película coral influye mucho a este sentido, y aunque saben repartir bien el peso y trasfondo de cada personaje de este microuniverso de asesinos y mafiosos, en general me ha dejado la sensación de un largo tráiler de dos horas, muy bonito y entretenido, pero poco más. Está claro que la película es un híbrido entre el cine de Tarantino, Guy Ritchie, con la acción de calidad del cine de acción más comercial, superhéroes incluidos. Es más que obvio que la primera referencia que vemos en el personaje de Brad Pitt es Jackie Chan. Si colocas a Jackie, podría colar perfectamente, gracias a su particular estilo de lucha, usando todos los medios a su alcance y con ritmo muy de Jackie.
Y tenemos a Hiroyuki Sanada, eterno samurái en el cine de Hollywood, y toda una leyenda del cine marcial japonés, desplegar su buen hacer con la katana. Y repito, lo de siempre, bien ejecutado, con la presencia que tiene el actor, y todo estupendo, pero de nuevo no aporta nada nuevo, usando por lo tanto, muchos clichés y los recursos fáciles del cine que ya hemos visto y disfrutado, como el propio Leitch, por lo que al final vemos un puzzle diferente, el del muestrario de secuencias de acción buenas, pero sin alma, supeditado todo a ese esfuerzo de crear un blockbuster en toda regla, reuniendo caras conocidas, otras menos pero con una buena proyección, muchas ralentizaciones y planos supertrabajados, algo videocliperos, neones ochenteros y una estética final de cómic.
Y funciona todo junto al guion, que busca tener cierto estilo que recuerda, de nuevo a Tarantino, con conversaciones aparentemente vacías, pero con cierto toque ácido o simplemente cómico. Y es, como me dijo mi amigo, y también actor, Javier Iribarren, la película juega al despiste al no tener claro si estamos ante una comedia de acción, o una película de acción con comedia, y en ello, tengo que repetir que ese esquema tan episódico que acorta las escenas de acción durante todo el metraje para tener una final más espectacular y épica.
Todos los actores están a la altura de esta loca historia llena de equívocos y cruces, destacando Andrew Koji, tras saltar al estrellato con la serie Warrior, junto a Aaron Taylor-Johnson, además de Pitt y Sanada, claro está. Michael Shannon… pues cada vez me gusta menos este actor, así que no me termina de convencer en su papel de villano. Pero la película, como digo, es una montaña rusa de situaciones, de colores saturados, humor tontorrón y buena ejecución en los momentos diversos de acción que tenemos, un muestrario del actual nivel de acción en el cine comercial de Hollywood, correcto, que logra su cometido y volvemos a tener buena acción en pantalla grande, pero de momento, el cine de Leitch comienza a adolecer de esa falta de alma para ofrecernos algo de mayor calidad, sin giros que se vean venir.
Está claro que además se apoya en el carisma de todo el elenco, incluyendo a Joey King o el cantante Bad Bunny, al que sólo conocía de nombre y no le ponía cara, pero que sinceramente, tampoco me voy a quejar, ya que para lo que es su personaje, el Lobo, lo hace bien. En fin, toca ir terminando, y la verdad es que me esperaba más de esta película. Creo que Atómica y Deadpool 2 tienen muy buenas ideas en lo referente a la acción, pero tras éstas, Leitch parece estar siendo domado por la maquinaria de Hollywood, aunque consiga entretenernos con producciones prefrabricadas como ésta, que tampoco está nada mal.
NOTA: 6’75
Bullet Train
Sinopsis
Cinco asesinos a sueldo se encuentran a bordo de un tren bala que viaja de Tokio a Morioka con unas pocas paradas intermedias. Descubren que sus misiones no son ajenas entre sí. La pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final.