El tándem Scott Adkins/Isaac Florentine nos ha dado muchas alegrías a los amantes del cine marcial y de acción, con Invicto 2 (2006) e Invicto 3 (2020), las dos entregas de Ninja (2009 y 2013) y Justicia Letal (2015), con el propio director produciendo la cuarta entrega de la saga de Boyka (bueno, la tercera con el personaje, claro), por lo que cuando se anunció que volverían a coincidir, los aficionados nos frotamos las manos. Por otro lado, muchos fans de Adkins suelen preferir sus trabajos cuando es Boyka, menospreciando el resto de sus películas. Siempre he dicho en otras críticas y en redes sociales, que el británico se esfuerza por hacer cosas diferentes, tanto en el cine marcial como en de acción en general, evitando repetirse coreográficamente, y aunque algunos de estos títulos no tengan el mismo impacto, siguen siendo estupendas películas de género. Y esta, recién estrenada en Movistar+ en alquiler, es de esas películas menores pero que siguen ofreciendo estupendas escenas de acción, aunque no vuele como el antihéroe que es Boyka.

Adkins interpreta a un ex-agente de las fuerzas especiales que vive retirado con su hijo cuando, un buen día, el chaval es secuestrado por un capo mafioso, Mzamo (Mario Van Peebles) para obligar al padre a acabar con tres competidores suyos. Una historia que va al grano, con una breve presentación para pasar a esas tres misiones mortales. Uno de los puntos, digamos, más originales, es que Nerón (nombre en clave del personaje de Adkins) lleva una cámara, permitiendo al villano, sus hombres y socios, ver en directo el progreso de cada una de las misiones, lo cual le da a Florentine la excusa perfecta para rodar algunos planos en primera persona, pero sin abusar y alejándose del aspecto de videojuego. Es más, la fotografía y las localizaciones ayudan a ese alejamiento, habiéndose rodado en Baja California (Mexico), el mismo sitio donde transcurre la historia. En este sentido recuerda a Justicia Letal (2015) algo, pero con una atmósfera de película de menor presupuesto. Adkins despliega técnicas marciales más reales, sin dejar de lado la espectacularidad, con coreografías de otra leyenda del cine marcial, el actor, director, productor, especialista y coreógrafo Art Camacho. La combinación de los tres talentos, Adkins, Florentine y Camacho, nos ofrece action pieces de gran calidad, incluyendo algún plano secuencia que, si bien no sorprende tanto como su equivalente a la mencionada Justicia Letal, sigue siendo estupenda, con una planificación entre actores y especialistas junto a una selección de técnicas sobresalientes. Además, hay un buen equilibrio entre acción marcial y balística, haciendo que disfrutemos ambos tipos de acción. Y esto es bastante complicado en muchas ocasiones, siendo unas u otras las que suelen ser las escenas estelares en otras películas. El cine de artes marciales no se prodiga mucho en Occidente, limitándose a esta serie B donde Adkins es el rey, y productos como éste consiguen con creces ofrecer buenas películas, y aunque, como ya he dicho, no estemos ante una obra cumbre del género, sí es de lo mejorcito que podemos ver en la actualidad y debería satisfacer a cualquier amante de este tipo de películas. Podría afirmar, sin temor a equivocarme, que si hay una serie de películas que sobresalen, y una segunda línea de fuego menor, pero de calidad, seguida por producciones peores y del montón, Atrapado sería de esa segunda categoría, producciones buenas, entretenidas y con un trabajo marcial y de acción más que destacable.

Por otro lado, Adkins sigue la estela de Legacy of Lies (2020) con un personaje con alguna dimensión superior a la de sus anteriores interpretaciones, con un hijo, retirado, intentando no ser un arquetipo, y, aunque al final lo es, sí consigue separarse incluso de los que ha interpretado en sus mejores películas. Está secundado por la vieja estrella de los noventa, Mario Van Peebles, con un personaje de villano que no es el habitual y con un giro final interesante. El carisma del actor afroamericano no es el que era, pero sigue siendo convincente y se agradece esta recuperación. El resto del reparto está correcto, sin nadie que sobresalga, ya que, siendo realista, son personajes cliché que están para adornar el metraje, ya sean los mafiosos objetivo del protagonista, o los matones de los mismos. Resumiendo, para ir terminando. Atrapado es una buena película de acción, con estupendas peleas y que da lo que ofrece, sin intentar ser un clásico moderno del cine de acción. Prescinde de efectos digitales para ofrecer acción clásica, muy bien rodada y coordinada, mucho mejor que la que solemos ver en los blockbusters gracias a prescindir de CGI, donde las habilidades físicas de los actores y especialistas son las estrellas de la función, y se agradece.

NOTA: 7