CRÍTICA DE CINE – NADIE (2021)
Cuando David Leitch y Chad Stahelski crearon 87Eleven Action Desing, estaba claro que, gracias a su experiencia como actores, especialistas y coreógrafos, iban a proporcionar excelentes profesionales al cine de acción. Algunos de nosotros seguíamos su carrera, y al comenzar a producir y dirigir con John Wick (2014), nos frotamos las manos esperando una buena película de acción, que se convirtió en algo mucho más grande demostrando que en muchísimas ocasiones, los expertos en la acción daban sopa con ondas a muchos directores a la hora de saber plasmar perfectamente todo tipo de acción, balística o marcial. Su paso a los blockbusters estaba cantado, así como el relanzamiento de la franquicia protagonizada por Keanu Reeves (recordemos que la primera entrega fue una película pequeña, directa a vídeo en algunos países por las que nadie apostaba, pero ya la secuela, tras el bombazo que resultó la primera parte, es otro tema…) Por ello, que aparezca una película con Leitch y/o Stahelski detrás, ya sea como directores o productores, es todo un acontecimiento…
Y esto mismo es lo que tenemos con Nadie, producida por Leitch y el guionista de la saga de Wick, Derek Kolstad, guionista de este nuevo trallazo de acción que tiene a Bob Odenkirk (Better Call Saul) como protagonista (y productor), todo un acontecimiento. Una premisa que puede recordar a la de momento trilogía con Reeves, pero que sólo recuerda por conceptos básicos como el del superasesino (aunque no lo es concretamente, pero es mejor que veas la película y prefiero esquivar spoilers) viviendo una vida normal, algo que es anterior incluso a la ya mencionada demasiadas veces saga de Wick. Pero curiosamente, la idea original es del protagonista, ya que sufrió lo que los norteamericanos llaman home invasión, logrando encerrar a los asaltantes en el sótano de su casa. Por desgracia, no quedó muy contento con cómo llevó la justicia el caso, por lo que pensó qué hubiese hecho él mismo si hubiese sido un tipo duro. Claro está que mucha gente no para de compararlas debido a la campaña de promoción que no nos deja olvidar quien está detrás de esta magnífica película que vuelve a convulsionar el género. Odenkirk interpreta a Hutch Mansell, un don nadie (como dice el título), con una vida monótona de trabajo y familia. Un día entrarán unos ladrones a su casa y, aunque los termina dejando huir, despertarán en él su pasado, un pasado oscuro y violento que tendrá que recuperar al cien por cien tras terminar metiéndose en líos con el hermano de un mafioso ruso. Es curioso que los anuncios que han ido saliendo previos a su estreno cinematográfico, hayan querido emparentarla más con John Wick, provocando enormes errores en el público. No, no ocurre todo lo que ocurre por la pulsera de gatitos de la hija de Hutch, aunque sí es un catalizador para el protagonista, un hombre en plena crisis de los cincuenta, aburrido y hastiado, pero con necesidad de no ser quien era para proteger a su familia. A muchos hombres esta crisis les hace comprar coches caros y rápidos (tenemos un ejemplo en la propia película), o divorciarse para estar con chicas jóvenes, pero para Hutch será dejarse llevar por la violencia, algo que le llenaba hasta cierto momento de su vida. Todo esto sirve para dar profundidad al personaje, algo que se agradece, pero no creas que rebaja las dosis de acción, ya que estamos ante una película de acción pura y dura. La empatía con el protagonista es necesaria para evitar que sea una sucesión de escenas de acción sin ton ni son unidas por un finísimo hilo, algo que también se puede ver en la saga de Wick, enriqueciendo todo el trasfondo con una serie de elementos que terminan por crear un universo mucho más complejo de lo que aparenta, pero sin que esto eclipse a la verdadera protagonista del film, la acción.
Todas, absolutamente todas las escenas de acción son dignas de ver una y otra vez, desde la primera, la home invasión que dará comienzo a todo, pasando por la magistral pelea en el autobús o el clímax brutal. Todo ello se lo debemos a Daniel Bernhardt, quien se ha encargado de las coreografías de lucha (junto a Kirk Jenkinks) y de entrenar a Odenkirk en la sede de 87Eleven Action Desing. El resultado es brillante, sobre todo en la pelea del autobús, ya que, a pesar de seguir dentro de los parámetros de la acción cinematográfica, consigue tener un toque muy realista al no estar ante un superhombre que da y recibe golpes sin inmutarse, mostrando los efectos reales del enfrentamiento. Esta pelea es la más marcial, donde podemos ver además al propio Bernhardt y a Alain Moussi, dejando la acción balística para el resto de secuencias, sobre todo la final. El director ruso, Ilya Naishuller demuestra una solvencia espectacular más allá de ese experimento visual en primera persona que fue Hardcore Henry (2015), brillante pero igualmente cansino por no permitir ver en muchos momentos la acción como nos gusta a muchos, exceptuando a los más gamers. Este cambio le sienta muy bien demostrando que sabe dirigir acción, apoyándose por un montaje de calidad y trepidante, y evitando mover la cámara más de lo necesario. Las secuencias musicales pausadas no restan para nada potencia el resultado final, anticipos para la mencionada secuencia final, un clímax del que muchos blockbusters deberían aprender, una orgía de acción épica con Odenkirk, Christopher Lloyd y RZA pegando tiros y usando trampas que te hacen botar en la silla o sofá. Hablando de los secundarios, Lloyd (quien no quiso ayuda para llevar las escopetas más pesadas, aunque fuesen de atrezzo), que interpreta al padre del protagonista, tiene un par de momentos previos que rozan lo cómico, pero que parecen anticipar su presencia final, junto al rapero, actor y director RZA, ofreciendo los tres momentos maravillosos para los amantes del cine de acción no exentos de sangre y violencia cruda. Pero por suerte, ese toque realista que he mencionado se une con cierto espíritu de cómic que consigue convertir su hora y media en un revulsivo para el género, atestado de superhéroes y efectos digitales que van a todo gas en la industria. Nadie es sin lugar a dudas un oasis de acción de verdad, de la que nos gusta, de la que se disfruta sin estar pensando en que lo que vemos está hecho con una pantalla verde y un potente ordenador. Si amas la acción de verdad, si tienes que elegir una película para ver en pantalla grande con la única intención de disfrutar y desconectar, Nadie es el título que te recomiendo.
NOTA: 8
NadieNobody
Sinopsis
Hutch Mansell, un padre de familia que aguanta con resignación y sin defenderse los golpes de la vida. Un don nadie. Una noche, cuando dos ladrones entran en su casa, Hutch decide no actuar y no trata de defenderse ni al él mismo ni a su familia, convencido de que solo así evitará una escalada de violencia. Tras el ataque, su hija adolescente Blake no oculta su decepción, y su esposa Becca se aleja todavía más.