SOLDADO UNIVERSAL: LA SAGA
Cuando se estrenó Soldado Universal en 1992 (10 de julio en Estados Unidos, y el 23 de octubre en España), Jean Claude Van Damme se encontraba en el mejor momento de su carrera, con Doble Impacto (1991), Libertad para morir (1990), Lionheart: El Luchador (1990) y Kickboxer (1989) antecediéndola. Toda una superproducción de acción y ciencia-ficción que crearía una saga algo irregular pero que hemos disfrutado hasta de las peores entregas. Cuatro largometrajes y dos tv movies que intentaron llevar la franquicia a la televisión, de forma fallida y que creo que es momento de analizar, en especial los largometrajes.
SOLDADO UNIVERSAL, EL CLÁSICO
La productora Carolco Pictures tenía un guion que transcurría en un futuro próximo donde en un tren de alta velocidad se había creado genéticamente un monstruo al que debían detener Sylvester Stallone y Kim Basinger. La iba a dirigir Ridley Scott, pero tras discusiones con os productores, se bajó del proyecto. Por ello, Carolco se la ofreció a Roland Emmerich, que había llamado la atención con Estación Lunar 44 (1990), pero, junto a su socio Dean Devlin, comenzaron a trabajar en dicho proyecto, aunque finalmente no llegaron a ningún acuerdo y el proyecto terminó por ser cancelado. No obstante, Emmerich y Devlin comenzaron a modificar el guion para terminar convirtiéndose en Soldado Universal (aunque su primer título fue Crystal Knights, es decir, Caballeros de Cristal)
Doble Impacto había supuesto la puesta de largo del actor en una producción de estas características, aunque tuvo unos 23 millones de dólares de presupesto “solo”. Pero claro, si recaudó más de 100 millones en todo el mundo, el resultado es más que aceptable. Un éxito en un gran estudio para Van Damme y Lundgren, creando una franquicia rentable, como iremos viendo. Van Damme se convertía así en un action-hero, más allá del cine marcial. Durante su premiere en el Festival de Cannes de 1992, se produjo un suceso que después de muchos años se aclaró. Van Damme y Lundgren se enzarzaron en una pelea, supuestamente por el tema de los egos de estrella, pero como digo, se confirmó años después, tanto por el belga como por el sueco, que fue un montaje publicitario. Y tampoco es que lo necesitase. La película es sin duda estupenda, con un Lundgren psicópata increíble y un Van Damme en su salsa, con un personaje duro, pero con momentos vulnerables, tiroteos, persecuciones y peleas en una película con un ritmo perfecto.
Además de las dos estrellas protagonistas, tenemos muchos nombres y caras conocidas, algunas de ellas posteriormente a esta película, como Michael Jai White, interpretando a un UniSol, lo mismo que el hijo de Chuck Norris, Eric Norris, Ralph Moeller, Tiny Lister Jr., Simon Rhee, Kamel Krifa e incluso podríamos decir que tenemos el cameo de Kris Van Damme como un joven Luc en un flashback. Clint Cadinha se encargó de las coreografías de lucha, mientras que la leyenda del mundo del especialista, Vic Armstrong, fue el coordinador de especialistas. Además, Peter Malota, el pateador amigo de Van Damme, el de las espuelas de Doble Impacto, participó como stuntman. Si podemos achacarle algo, es que las artes marciales no son principales, a pesar del duelo final entre héroe y villano. Está claro que, a pesar de tener a dos estrellas marciales, la película iba más por los derroteros de la acción en general, repartiendo la balística y la marcial de forma equilibrada. No obstante, no es nada negativo. Las coreografías aprovechan las características de ambos actores, y disfrutamos de estupendos momentos donde sobre todo Van Damme, luce su gran técnica de pierna. El duelo final es espectacular, con esos planos que se han grabado en nuestras retinas, con Van Damme con el fuego detrás y ese muestrario de patadas para acabar con su enemigo. Todo un clásico que tardó siete años en darnos una secuela.
LAS SECUELAS DE VAN DAMME
Van Damme no parecía seguir interesado en hacer secuelas de sus películas, pero la carrera a finales de los noventa del belga no estaba en su mejor momento. Su fracaso con The Quest (En Busca de la Ciudad Perdida) (1996) y las colaboraciones con el director hongkonés Tsui Hark, Double Team (1997) y En el Ojo del Huracán (1998), no habían funcionado como se esperaba, ni el intento de destacar como actor dramático en Soldado de Fortuna (1998), y como los estudios parecían darle la espalda, aceptó rodar Soldado Universal: El Retorno. También tenemos que sumar que, en 1998, se habían estrenado en televisión dos largometrajes secuela, en un intento de hacer una serie de televisión. Más tarde te hablaré de ellas, pero de momento hay que indicar que fueron un fracaso, por lo que se pensó en revitalizar la franquicia con el mismo héroe de la original, y a Van Damme le venía muy bien volver a ser respaldado por un gran estudio para intentar reverdecer laureles.
En el 2009 se producía la premiere en el Austin Fantastic Fest de la tercera entrega, Soldado Universal: Regeneración, estrenándose en DVD en Estados Unidos el 2 de febrero del 2010, mientras que a España llegaría, directa a televisión, el 10 de mayo de 2011. Rodada en Bulgaria del 15 de febrero de 2009 a abril de ese mismo año, nos volvía a traer a Luc Devereaux y a Andrew Scott. John Hyams, hijo del director de cine y de fotografía mítico, Peter Hyams, asumía la dirección de esta película de bajo presupuesto y con una atmósfera oscura y algo deprimente, alejada de la luminosidad del blockbuster que fue la original. La trama nos presenta una continuación del proyecto Unisol donde uno de los nuevos soldados universales se ha unido, junto a uno de los científicos que mantienen el proyecto vivo, a una facción terrorista chechena que ha tomado Chernóbil, y quiere que liberen a unos presos políticos, manteniendo a los hijos del primer ministro ucraniano presos. Mientras tanto, nuestro héroe intenta integrarse en el mundo acudiendo a terapia con una psicóloga, quien de momento no ha conseguido eliminar la programación bélica. Se ignora la anterior secuela, como demuestra la primera secuencia en la que vemos a Luc.
El enfoque es muy diferente, con Luc mentalmente hecho polvo y con ataques de paranoia. Al poco de comenzar, mientras Luc y la psicóloga están en un restaurante tomando algo, Luc se lía a golpes con un hombre, perdiendo el control. Esto es bastante significativo ya que vemos a un Luc totalmente opuesto al de las dos anteriores entregas. El tono oscuro y violento de esa secuencia imbuye todo el largometraje, acentuado por una fotografía fría y unos decorados industriales típicos de las producciones rodadas en Bulgaria con poco presupuesto, algo ya visto en otras películas de Van Damme y de Steven Seagal en sus horas más bajas. Pero al contrario que en esas películas, no estamos ante meros films hechos para poder pagar facturas. El nivel de la acción, incluyendo la marcial, es bastante alto.
Además de Van Damme y Lundgren, tenemos a dos luchadores de la UFC, Mike Pyle y Andrei ‘The Pitbull’ Arlovski. Y tenemos que mencionar a Kris Van Damme, hijo de Jean Claude, que interpreta a Miles, ayudante del científico malvado. El caso es que, para detener a este nuevo Unisol villano, recurrirán a Luc para detenerlo. Y de repente aparecerá Andrew Scott (bueno, un clon que es el arma secreta de los villanos, el segundo Unisol malvado que tienen) para ponerle las cosas más difíciles a Luc. Tenemos varias escenas de lucha con Arlovski, dándolo todo, además de un titánico enfrentamiento entre Van Damme y Lundgren, superior incluso al de la primera entrega. Mucha violencia y sangre, con tiroteos, cuchillos, patadas y puñetazos, con un excelente trabajo del grupo de especialistas liderado por una de las leyendas, Charles Picerni. El que menos destaca es Pyle, con una breve pelea contra Arlovski, que será el villano a batir por parte de Luc, aunque, curiosamente, es un buen combate, pero inferior al de VD vs Lundgren. En general, es una película de acción bastante buena, aunque el guion sea típico, con estupendas coreografías de lucha que, a pesar del presupuesto, consiguió revitalizar momentáneamente la carrera del belga y que continuaría con una nueva entrega que daría muchos matices a Devereaux, Scott y que además incluiría la presencia del actual rey del cine marcial occidental, el mismísimo Scott Adkins. Pero antes de pasar a ella, destacar que la parte de Lundgren se rodó en cinco días, mientras que la de Van Damme, en veinte.
Y el 2012 fue el año en que se estrenaría la, de momento, última entrega, Soldado Universal: El Juicio Final, con John Hyams de nuevo como director. El tono oscuro de la anterior, se acentuaba aquí, llegando algunos críticos a definirla más como una película de terror que de acción. Pero de lo segundo, tenemos, y sin filtros. Desde que se planteó esta película, ya tenían claro que se buscaba un reemplazo para liderar esta franquicia, y el escogido fue Scott Adkins, que interpreta a John, un hombre que sufre un asalto en su casa, asesinando a su mujer e hija. El culpable, con un pasamontaña, se acercará a él, malherido, y descubriremos que es… Luc Devereaxu. Sí, el mismísimo Jean Claude Van Damme es el villano. Mucho ha cambiado el personaje desde que lo conocimos en 1992. John estará en coma nueve meses, y al despertar, el FBI querrá que les ayude a detener a los culpables, descubriendo que el FBI anda detrás de Deveraux, ahora desertor del ejército y liderando un grupo paramilitar terrorista, con un lugarteniente, Andrew Scott.
Al reparto tenemos que sumar de nuevo a Andrei Arlovski, pero en un papel diferente al de la anterior película. Se añaden elementos algo siniestros, como unos agentes durmientes del Gobierno, papel que interpreta Alorvski. Un fontanero que de repente es activado para acabar con Scott en la secuencia de presentación, una pelea de titanes que termina con Scott “desprogramando” con un suero a su agresor. El tono sombrío de la película me recuerda al mismo estilo de Furia Silenciosa (1982), de Chuck Norris, por esa unión entre la acción, las artes marciales y el terror.
La acción es sumamente violenta desde el principio, como el mencionado duelo entre Arlovski y Lundgrend, el de Adkins contra Arlosvki en la tienda de deportes, el de Lundgren y Adkins y el final de Adkins contra Van Damme. Casi todas las combinaciones posibles en coreografías estupendas obra del gran Larnell Stovall. Sabe dar personalidad a cada uno de los duelos con técnicas espectaculares, llenas de rabia y en una atmosfera opresiva y oscura. Tiene cierto toque psicológico, y retuerce los conceptos de la película original de una forma sorprendente. Si a esto le sumamos otros elementos como el maquillaje de Van Damme en la secuencia final, podemos afirmar que es una de las mejores de la saga, una reinvención que nos muestra además la parte oscura del Devereaux del ’92, pasando de héroe a villano, en la que se suponía que iba a ser la primera película de Scott Adkins en una nueva saga, ya sin el belga. Pero no ha habido continuidad, aunque, nunca se sabe y puede que en algún momento se haga una nueva entrega, o una serie en alguna plataforma. No estaría nada mal que John Hyams volviese como director a una serie que continuase las andanzas de este John que interpretó el británico y volver a este mundo oscuro y violento de soldados que se regeneran, unos nuevos UniSol que, de momento, parece que seguirán congelados.
EL SOLDADO UNIVERSAL TELEVISIVO
Ya hemos visto que en 1992 se estrenaba la primera entrega, y hasta 1999 no llegaría la primera secuela. Pero ¿qué pasó entre el 92 y el 99? Pues que tuvimos otras dos secuelas que en España salieron directamente en vídeo y en Estados Unidos, estrenadas en televisión. La cosa es que, tras el estreno de Soldado Universal, su productora, Carolco, cayó en bancarrota, y por ello terminó vendiendo los derechos de muchas de sus producciones, y los UniSol pasaron a manos de Skyvision Entertainment, productora canadiense, por lo que decidieron, junto al canal de televisión Showtime/The Movie Channel, poner en marcha una serie de televisión, empezando por una mini-serie que sería el piloto. Por ello se estrenaron en 1998 Soldado Universal 2: Hermanos de Armas y Soldado Universal 3: Desafío Final.
Ambas tenían a Matt Bataglia como Luc Devereaux y a Andrew Jackson como Andrew Scott, apareciendo sólo en la primera secuela. Nuevos actores para unas TV movies fallidas, tanto a nivel de guion como de acción. Resultan entretenidas de ver, pero lejos de la calidad de cualquiera de las posteriores secuelas. Tenemos además la oportunidad de ver a Jeff Wincott, estrella marcial noventera, como el hermano de Luc o al mítico Burt Reynolds como villano principal. Pero no era suficiente para dar continuidad a esta renacida saga, por lo que se quedó en esta miniserie. Las artes marciales brillan por su ausencia y como he dicho, el resto de acción es entre correcta y mala.
Una saga con muchas entregas, pero que son ignoradas por cada secuela. Las dos televisivas continuaron a la original, pero la siguiente entrega con Van Damme, ignoró la miniserie, y la siguiente, haría lo mismo con El Retorno para crear ese oscuro universo tan diferente a la primera película. No obstante, podemos darnos por satisfechos con casi todas las partes, sacando cosas buenas de todas ellas, aunque sea poco. El futuro no parece tener a los UniSol en ningún proyecto, aunque en 2011 volvía a intentar ponerse en marcha una nueva serie de televisión. Quizás ahora, con las series tan de moda, cualquier día reaparezca Luc Devereaux…
IVÁN FERNÁNDEZ
Soldado UniversalUniversal Soldier
Sinopsis
Siguiendo un programa altamente secreto, el ejército está trabajando con cadáveres a los que transforma en soldados invencibles. Una pareja de reporteros se aproxima a la base en la que se realiza el experimento y toma fotografías del lugar.